En este mundo de locos donde todos quieren parecer normales, hay algunas almas que empiezan a despertar y se sienten perdidas o dispares. Despertar es un maravilloso proceso, un viaje en el que irás al centro de tu corazón para hablar directamente con tu alma, tu esencia, tu ser, el SER que has venido a ser.
Este proceso no es fácil, es un proceso de autodescubrimiento, es un proceso en el que te das cuenta de que todo lo que te habían dicho era un cuento. Pero a partir de ahora la única persona responsable de rellenar las hojas en blanco eres tú, la persona más maravillosa que hay en el universo.
Atreve a dar el paso, atrévete a mirar dentro. Lo único malo que puede pasar es que no quieras volver al lugar donde te encuentras en este momento. Y si estas aqui, y si estas leyendo esto, es porque algo dentro de ti te dice: vamos a jugar, yo quiero seguir viviendo.
La vida es el único viaje en el que sabes como es el final, y como se produzcan los episodios solo tu lo vas a decidir. Empieza por querer saber la verdad, empieza por descubrir quién has venido a ser en esta vida.
Somos un ser, una energía, que proviene de la Fuente de creación, del propio universo. Si lo hablamos en vocabulario actual y sencillo, se podría decir que la Fuente es una CPU, un ordenador, y cada uno de nosotros somos Pendrives que salimos de ella y venimos a vivir una experiencia humana.
Somos energía en un cuerpo humano, este cuerpo es nuestro vehículo. Llegamos a la vida, empezamos a grabar en nuestro Pendrive todas las experiencias que vivimos y cuando esta vida se acaba, el cuerpo se deteriora y desaparece, pero nuestra esencia, la energía, no desaparece solo cambia de estado, el Pendrive vuelve a la fuente donde es descargado.
La fuente es conciencia, es conocimiento y es allí donde todo es creado. Necesita de nosotros, de nuestra información, de nuestras experiencias para seguir creciendo y creciendo. Es por eso que ella misma, frecuencias de sanación ha creado para sanar nuestros cuerpos magullados.
El cuerpo físico expresa lo que no se sana en el cuerpo energético o espiritual, emociones estancadas de traumas o vivencias no entendidas o superadas en el pasado, nuestras o de nuestros antepasados.
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